viernes, 25 de octubre de 2013

Hoy agustin está en... Hyeopjae, Jeju, Korea.



Sigo en Jeju, esta vez en el poniente (antes estaba en la ciudad Jeju, en el norte de la isla). Hyeopjae Beach.

Estos días me los he tomado de descanso, así que no tengo lugares nuevos para mostrar pero he encontrado algunas cosas curiosas para mostrar.

Por ejemplo, según los koreanos esto es un desayuno.


Arroz, cebolla, zanahoria y betarragas... ahá, sí claro.


Cuando me cambiaba de hostel, estaba descansando con mi mochila, me saqué los zapatos y me tiré a dormitar un rato. No sé si tenía pinta de hambriento o vagabundo pero una pareja koreana me regaló tres mandarinas (acá son caras las mandarinas, en la feria el kilo cuesto como 5 dólares), muy amorosos de su parte.




Ahh y vi una sirena! =D



Ok, no exactamente una sirena en el sentido tradicional, pero se las conoce como las sirenas de Jeju. En koreano, Haenyeo, mujeres buceadoras, son mujeres que se dedican a sacar almejas, algas y moluscos varios de las rocas del mar.

Fotos de google:


No cuentan con ningún equipamiento especial más que un traje de neopreno y antiparras. Son famosas por sumergirse muy profundo y aguantar la respiración hasta por 3 minutos.

Esta profesión es propia de las mujeres, dado que la guerra koreana mermó el número de hombres y además que tienen una mayor cantidad de grasa corporal, lo que les permite aguantar durante más tiempo las frías temperaturas del mar.

Tuve mucha suerte de ver una puesto que es una profesión que está desapareciendo. Hace 10 años se estimaba que quedaban unas 5 mil haenyeo, y la mitad de ellas mayores de 60 años. Hoy el número es mucho menor, algunos estiman que no supera las 2000 en toda la isla.




Por la noche, en el hostel, luego de fracasar categóricamente en mi intento de sociabilizar con unos koreanos que no hablan inglés (pero que me enseñaron a decir salud en koreano y que uno no debe servirse a sí mismo... te sacan la botella de las manos si lo intentas y te sirven ellos), encontré entre los juegos de mesa un tablero de baduk y pregunté si alguien sabía jugar. Una de las niñas que trabajaban allí había aprendido cuando tenía 7 años. Así que compartimos una partida.


Luego una de conecta-5 y una de petanque-go.


Este hostel está en una playa donde es muy común para recién casados venir a sacarse fotos. En los 4 días que llevo he visto a 5 parejas (estos de la foto, muy producidos trajeron su propio arco). Dicen que en verano es mucho peor y se ven parejas perseguidas por fotógrafos por todos lados.




Al día siguiente me fui a pasear en bicicleta. Tengo que admitir que no vi nada del otro mundo, excepto muchas muchas plantaciones de lechuga. Algunas ya son parte de la flora local puesto que crecen en el borde de la ruta, cual maleza, escapándose de la cosecha.



Una cosa divertida que ví, fue esta camioneta (a la que desafortunadamente sólo le pude sacar esta pésima foto antes de que se me acabara la batería). En la parte de atrás, al abrir la puerta, deajaba ver en su interior un horno con pollos asados girando. Onda, pimp-my-ride: chicken edition.



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