miércoles, 30 de abril de 2014


Hoy agustín está en... Villa Tunari, Bolivia.




Estaba a punto de abandonar Bolivia cuando vi un cartel en el que requerían voluntarios para trabajar por un mes en un refugio de animales silvestres. Inmediatamente pensé que era una de esas ideas ridículas de la que me iba a arrepentir... ¿dónde me anoto?

Así fue como llegué a la comunidad IntiWaraYassi (a duras penas ya que el colectivo se estropeó justo en la puerta), que se encuentra en las afueras de Villa Tunari, a 4 horas a noreste de Cochabamba.



 

Es una comunidad compuesta principalmente de voluntarios que trabajan con animales silvestres rescatados de situaciones de captura, como circos y casas particulares.

Al llegar y presentarme, los coordinadores celebraron la llegada de un voluntario por un mes. Resulta que es posible también inscribirse por sólo 2 semanas, pero ciertos animales requieren sólo voluntarios de un mes para no estresarlos con tanta rotación de personal. Esos animales eran: el puma, los ocelotes, el oso y los monos araña.

Si te presentas por dos semanas, tus posibilidades de trabajo son: en la clínica con animales heridos y recién llegados, en cuarentena con monos capuchinos, en las aves, o en animales pequeños (zorros, coatis y tortugas).

Me asignaron con los monos arañas... conocidos en los barrios bajos como "los negros". Resultó que tener barba te da cierta ventaja al trabajar con monos (particularmente los capuchinos) ya que son animales muy machistas y respetan/temen muy poco a las voluntarias.


En la zona de monos tenemos 29 monos. De los cuales 4 son capuchinos y el restos arañas.
De los arañas, 5 están atados a correas movedizas porque tienden a escaparse hacia el pueblo y a comerse las cosas de los negocios ya que no le temen a la gente; el resto está libre. Hay dos bebes, y como 4 o 5 "niños".

La primera semana no me dejaban tomar fotografías por estar en "entrenamiento", así que esa es la razón por la que este post se ha atrasado. Llevo aquí dos semanas y todavía me faltan dos más. Tengo que admitir que estoy agotadísimo, ya que trabajamos de lunes de domingo full.

Un día típico es así:

Nos levantamos a las 6:30 y vamos al parque (las habitaciones para voluntarios están separadas del parque en sí).



Allí elegimos y lavamos frutas y verduras que compondrán el desayuno, snack y almuerzo de los monos.


Cargamos toda la comida en 3 baldes de 20 lts, normalmente llevamos 1 balde y medio de bananas y un balde y medio de papayas. Además una mochila con 15 litros de api. El snack va variando; a veces, si tenemos suerte, es una liviana bolsa de perejil... otras, una jodida bolsa de aricumas (que es algo así como papa).


¿Cómo dices? ¿Tienes el mal hábito de beber agua potable? 
Agrégale 2 kilos más a tu equipaje.

Y luego empezamos la subida...






Luego de 30 minutos llegamos al parque de los monos, que es un espacio abierto arriba de un cerro dónde los monos acostumbran a estar. Hay 4 jaulas, una es nuestra "oficina".



Sacamos a los 5 monos que duermen en jaulas y los ponemos en "runners", sistema de cuerdas que les dan cierta movilidad dentro del parque. Luego les damos api, por el que los monos tienen una insana obsesión:


Luegos vienen las bananas de desayuno. La comida se la damos en bowls en el suelo y en platos que cuelgan de árboles mediante un sistema de poleas. Recibir serias contusiones por una banana arrojada desde 10 metros de altura es parte de nuestro día a día.



Luego del desayuno, mientras los monos descansan, viene la divertida tarea de limpiar las jaulas. Aunque sólo 5 monos duermen dentro de las jaulas... muchos duermen encima de ellas (en el entretecho), así que el la cantidad de excremento que encontramos dentro de ellas hace montañas.

No quise fotografiar el contenido de ese balde (llamado "shit bucket").
Pero imagínense los más variados colores y texturas... 
después de todo, estos monos comen frutas y verduras todo el día... 
y mucha... mucha remolacha. 



Después de limpiar, normalmente son las 10:30 y es hora del snack. Luego tenemos una hora antes de que sea hora de almorzar, asi que a veces llevamos a los monos atados a dar un paseo... cual perros con correa, mientras el resto del grupo nos sigue en los árboles.


A las 11:30 es hora de limpiar el desastre alrededor de los puntos de comida (para que no se armen basurales) y a las 12:00 les damos la papaya como almuerzo.

La limpieza por lo general va sin problemas, 
hasta que a algún desgraciado se le ocurre robarte el balde.

Luego de eso, uno de nosotros es elegido para quedarse arriba en el turno de almuerzo, lo que te da unas 3 horas de relajo en el silencio de la selva...


El resto del grupo baja a la Casa, almuerza y prepara de nuevo baldes y mochila para volver a subir a las 14:30, esta vez con la cena: pepinos, tomates, remolachas, zanahorias y habas.



En la tarde la rutina es más relajada. Snack a las 15:00, una hora de recreo en la que jugamos con los monos y cena a las 16:30. Luego, limpiar la selva nuevamente y hora del api final. Durante las sesiones de api, es común que te llueva api desde las alturas si es que eres el encargado de tirar de la cuerda.

Es importante durante toda la jornada evitar al macho alfa, Guarayos. No le simpatizan mucho los humanos en su territorio, pero tiene claro que somos los que le damos comida así que por lo general se porta bien si te mentienes a una distancia apropiada.

Terminamos la jornada encerrando a los monos en sus jaulas y bajando a eso de las 17:30, cuando el sol se va poniendo.


Si tienes suerte, te espera una ducha con agua caliente, un café y un sandwich en la cafetería, y luego a dormir. A los voluntarios más jóvenes aún les queda energía para ir al pueblo a comer o bailar... los más viejitos nos metemos a la cama temprano para ver si conseguimos unas preciadas horas de sueño antes de repetir el ciclo otra vez.



Una advertencia eso sí... dado que es tóxico para los animales, no nos está permitido utilizar ningún tipo de repelente =/. Así que los mosquitos y pulgas te hacen chupete los brazos y piernas.

No sería gran problema, si no fuera porque es zona de Dematobia Hominis,
una mariposa que deposita los huevos bajo la piel.


Ahora los dejo con fotos de monos, que son los que hacen que todo este esfuerzo valga la pena...


Lulu y su bebé, una de las capuchinas infiltradas en nuestro parque. 



 
Una bola de amorosidad, los dos bebés jugando.




Selfie. 

Dato X: Los monos araña no tienen pulgares en sus manos (sólo 4 dedos... 
algunos tienen un muy pequeño vestigio de pulgar, pero no todos), pero sí en sus pies. 

A veces a la hora de la cena nos visita una familia de coaties salvajes.

4 monos encima al mismo tiempo, un record personal. 


viernes, 11 de abril de 2014

Hoy agustín está en... La Paz, Bolivia.



La Paz.... no me gustó, lo siento.
Hay cosas para ver, pero no es como para quedarse mucho tiempo (max 3 dias), ni me gustaría vivir acá.

Lo primero que deben saber es que La Paz no es la capital de Bolivia. *SHOCK*
La capital de Bolivia es Sucre. La Paz es la sede de gobierno, y sólo porque hace unos 100 años tuvieron una guerra civil que los paceños ganaron y se quedaron con los poderes administrativos, y dejaron el judicial a Sucre.

Luego de semejante revelación, lo segundo que debes saber es que La Paz está en un agujero... bueno, en un "valle". Lo primero que se observa al bajar del bus es como las casas trepan por encima de los cerros todo a tu alrededor.

Me recuerda un poco a Valparaíso, pero naranjo.

Donde debería estar el río del valle, está la avenida principal de La Paz, y es la única calle con un poco de pendiente, porque todas las demás tiene mucha pendiente. Eso, y la altura, hacen que pasear por La Paz sea bastante trabajo.

La Paz sólo tiene como 1 millón de habitantes (2 si consideras las comunidades muy cercanas), pero como su geografía hace que todos converjan en la avenida central, pareciera tener 15 millones. Hay mucha gente.

En un estudio científico muy válido (osea, yo contando autos en una esquina) se determinó que el 90% de los vehículos de La Paz son locomoción colectiva. Si bien hay taxis y micros, el vehículo de mayor número son las "trufis".

Furgones que vendrían a ser como los "colectivos" chilenos.
Subirse es fácil porque un voceador va colgado 
en la puerta gritando los distintos destinos.


El tránsito es una locura. Las bocinas suenan constantemente, el derecho a paso lo tiene el que acelera más rápido y los peatones no existen. Ni se te ocurra creer que esas líneas blancas pintadas en el suelo te dan algún tipo de derecho en algún tipo de situación. No, nunca. Siempre debes correr porque los vehículos no paran por nadie.

Hay una campaña activa de cebras defendiendo los pasos de cebras, con el fin de educar  la gente.




En fin, La Paz es una capital, así que puedes encontrar las cosas típicas:

El Palacio Quemado, casa de gobierno.
Flameando: las 2 banderas del Estado Plurinacional de Bolivia.

La catedral, que después de varios años 
sólo fue terminada para la visita del Papa.

La prisión San Pedro, ocupa toda una cuadra y es básicamente una ciudad por su cuenta.
Adentro los prisioneros tienen que pagar por sus celdas (habiendo algunas de lujo), si no pagas vas con la "población general". Adentro también hay una fábrica donde producen y venden cocaína pura. Algunos presos viven con sus familias, ya que mantener dos casas (adentro y afuera de la prisión) cuesta mucho. Durante un tiempo era posible para los extranjeros hacer tours al interior de la prisión diciendo que venías a visitar a un reo en particular; eventualmente eso fue prohibido debido a serios incidentes como muertes por sobredosis y violaciones.

El mercado de las brujas, donde puedes comprar fetos
de llama a precios regalados. Porque nunca puedes tener suficientes fetos de llamas.


La Iglesia de San Francisco.


Tiene la particularidad de ser una iglesia construida con el propósito de convertir a los indígenas en católicos, por lo que en sus paredes en posible ver figuras como la pachamama o un hombre masticando coca.
Al fondo del altar fueron colocados unos espejos, y se les hacía creer a los indígenas que eran sus almas, y la única forma de no perderlas era volviendo a la iglesia a rezar.


Fuera de la ciudad, hay un par de tours que puedes hacer, como ir a las ruinas de Tiwanaku, una cultura muy desarrollada que fue previa a los Incas:





Ahora, si tu idea de diversión consiste en gritar "Ahora si me voy a morir, carajo!", "No puedo creer que haya pagado por esto" o "Será demasiado tarde para creer en Jebús?", entonces te recomiendo el paseo en bicicleta a la Carretera de la Muerte.


La carretera de la muerte es un camino de 80 km de largo que une La Paz con Los Yungas, al norte. Es básicamente un corte en la montaña, y listo. Durante décadas fue el único camino hacia la zona, y dado que los vehículos pueden ir en ambas direcciones (pero el camino tiene el ancho para uno solo), y a eso sumarle la nula protección, las lluvias y la niebla, el número de muertes promedio en la carretera era de casi 100 al año.




Desde el 2006 fue construido un camino alternativo y la carretera ya ahora está vacía. Ideal para las bicicletas.

Partiendo desde los 4.650 metros de altura, puedes recorrer 60km en pura bajada hasta unos 1500 metros de altura, pasando entre valles, rios y cascadas que te caen encima, con unas vistas de lujo... y con casi la absoluta certeza de que vas a llegar vivo abajo (mueren 1 o 2 ciclistas al año). Eso sí, porrazos hay muchos y todos los días, pero mientras caigas hacia el lado de la montaña y no hacia el precipicio, deberías estar bien. 






Advertencia: tienes que ser ciclista confiado para este paseo, fue más brígido de lo que yo creí cuando me anoté. Perder el control de la bici y derrapar es bastante común, las rocas sueltas y de buen tamaño están por todos lados, y las velocidades son altas... definitivamente no para ciclistas de paseo.




Para finalizar... las cosas freaks que vi en la Paz:

Estatua de Che-timus Prime

Empanadas de dulce de leche

Y cholitas luchadoras