Al llegar a la ciudad estaba muerto de sed. Me pareció poco apropiado comprarme una coca-cola. Estaba del otro lado del mundo con infinitas posibilidades y sabores. Miré directamente a los ojos a la nueva tierra que me rodeaba y le dije: "Korea, sorpréndeme". Y carajo que lo hizo.
Agarré esta botella que según yo debía ser agua de manantial, o algo parecido a la sprite, o algún tipo de agua/té saborizado... buen intento. El sabor resultó ser algo que podría describir como agua con gas, más jarabe para la tos mezclado con alcohol etílico. Cómo alguien podría tomar eso no tengo idea. (Para ser honestos ya me sorprende que en el occidente alguien tome agua con gas).
Después vistamos el Jongmyo, les dejo una bonito foto robada de google porque las mías son malísimas.
Es un lugar donde realizan funerales de reyes y fue declarada patrimonio mundial por la UNESCO. Detrás de esas puertas guardan unas tablitas de madera que contienen la "esencia" de la persona.
Después me separé de mi compañero de viaje, el representante de francia (porque tenía que irse a la peluquería a hacerse un corte koreano XD), así que vagué un rato por ahí hasta que encontré un club de go medio escondido.
Al principio la recepcionista (la pueden ver en la segunda foto, reflejada en el espejo) no sabía qué hacer conmigo y yo no sabía cómo decirle que ya sabía jugar. Al final logré hacerme entender y me puso a jugar con un señor que me destruyó fácilmente XD. Sin embargo fue muy simpático y llamó a su amigo que sabía hablar algo de inglés. Ahí les conté de dónde venía y qué hacía en Seoul. Se preguntaban como una chileno había terminado jugando go, y les pareció chistosísimo que en Chile hubieran sólo 60 jugadores recurrentes (y eso que, según yo, inflé el número). Me terminaron invitaron una ronda de un delicioso jugo de tomate =P.
En el hotel, mi roomate es el jugador de Azerbaijan. Desafortunadamente habla poquísimo inglés así que no le he podido sacar nada de información sobre su país.
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