lunes, 23 de junio de 2014

Hoy agustín está en... Lima, Peru.



Luego de un viaje de unas adorables 22 horas, llegué a Lima.

Quería pasar por Nazca antes de venir acá para ver las líneas desde una avioneta, pero el precio (80 dólares) y la enorme posibilidad de vomitar (según los reviews que encontré en internet) finalmente me hicieron desistir; Cuzco ya me había robado mucho dinero... era hora de economizar. Igual mi bus pasó por Nazca, y estoy casi seguro de haber visto por la ventana una mancha blanca en el desierto. La verdad no estoy seguro de que eran las líneas, ni siquiera estoy seguro de haber estado en la carretera correcta, pero yo las voy a contar como que las vi igual.

Así que llegué a Lima. Con sus 18-20 grados en junio, con "lluvias" que no son más que chispeos, y con su no-playa...

Lo que primero me llamó la atención es que Lima es una ciudad costera, pero no tiene playa. Osea, sí tiene, pero antes de la playa hay un maldito acantilado:


Así que la playa no es parte de la vida diaria en Lima. Está cerca, pero no es de la ciudad.

No tengo mucho que decir sobre Lima, a pesar de haber estado acá casi 3 semanas. Es una ciudad grande como muchas otras. Me recomendaron visitar el barrio Miraflores, es bonito pero es un barrio residencial con una zona comercial, con restaurantes caros y malls aún más caros. Pasear por la no-costa sí es muy agradable.

El barrio Barranco es mucho más llamativo. En cambio el centro histórico deja mucho que desear. Algo "cerca" queda el paseo de la aguas, o algo así se llamaba, ese está bueno.

No tengo nada que postear, por un lado porque no encontré cosas que me hayan llamado la atención, pero principalmente porque mi relación con Lima fue algo como...


Encontré un hostel impecable en el barrio San Borja, que por 6 dólares diarios me daba una conexión rápida,  un living espectacular y una colección enorme de películas, así me quedé a vivir un rato, a recuperar mi presupuesto, y a ponerme al día con mi trabajo.

Ah sí, una cosa muy simpática que encontré. En una plaza en el centro, está la estatua de San Martín, sujetada debajo por una estatua que representa la libertad. La historia cuenta que cuando encargaron la construcción de la estatua pidieron que ella tuviera en su cabeza "una corona con llamas"... y... bueno...

Acepciones. =)

1 comentario:

  1. No puedo creer que llegaste hasta allá, me imagino que ya cambiaste el acento. Cuídate mucho y a la próxima lleva al José para que te saque una buena foto con sus kilos de Canon :)

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