Hoy agustín está en... San Pedro de Atacama, Chile.

San Pedro está lleno de gringos y hace un sol de derretirse. Esas son las dos características que más destacan de este pueblo. La calle principal es una seguidilla de puestos turísticos ofreciéndote paseos para todos lados, intercalados con restaurantes. Grata sorpresa, muchas opciones vegetarianas (mucho europeo tal vez =P).

Si bien el pueblo es muy pintoresco, las mayores atracciones de San Pedro están en las afueras, y de eso de aprovechan las agencias de turismo. Con precios entre 10.000 y 35.000 te llevan a distintos lugares.

Como yo no venía por mucho tiempo, elegí dos destinos que me parecieron los  más atractivos (y que no me requirieran despertarme temprano... adiós geysers).

Primero fui a hacer sandboard al Valle de la Muerte, que se llama así porque un extrajero hace mucho tiempo dijo que las rocas rojas lo hacían el Valle de Marte, eventualmente "marte" derivo en "muerte", y fin, nadie ha muerto en ese valle.

Mi conclusión con el sandboard es que es merecedor de pertenecer al "tanto para nada" weekend... no porque sea malo... es bastante divertido cuando vas bajando, pero la necesidad de andar subiendo a pie cada tirada lo hace sólo para  masoquistas (o tal vez yo ya estoy muy viejo). Lo siento sandboard, pero prefiero quedarme con tu hermano bastardo** que al menos tiene andariveles.

Luego de allí continuamos a unas cavernas de sal, y finalmente a ver el atardecer en el Valle de la Luna.

Por supuesto, olvidé mi linterna.. así que llegué del otro lado gracias a un par de ultrapreparados con linternas en sus cabezas.

Hasta la cima de allá había que subir a ver el sol. 

Llegamos justo. 

Para el segundo día decidí ir a la laguna Cejar, dado que me había gastado mi plata con el sandboard, tomar otro tur de 12 lucas no era una opción. Pero siempre hay opciones pobres, en este caso, una bicicleta por sólo 3.500 pesos si alcanzabas a devolverla antes de 6 horas. Challenge accepted.

Fueron 1:40 de ida, y como 2:20, bajo pleno desierto. Así que dos horas fue el tiempo que tuve para recorrer las lagunas del lugar y flotar en la famosa laguna que no te podés hundir. Muy muy chistoso.

Una largartija blanca camuflada con la sal. 

Y esos fueron los dos días en San Pedro, me perdí mucho así que da para unos días más, hay mucha gente amistosa (extra, conocí un grupo de 5 koreanos vacacionando, jaja) todos con ganas de hacer expediciones, pero yo ya me tengo que ir. Tendrá que ser en una próxima ocasión... próximo destino, Uyuni, Bolivia.


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