Hoy agustin está en... Huanchaco, Peru.

Breve agregado al post anterior: Se me había olvidado contar que en Lima aproveché de visitar el Centro Cultural Peruano Japonés... un monstruo de centro.

Allí jugué go. Justo el día que fui no había muchos jugadores (sólo 5), pero me dijeron que normalmente iban más. Fin agregado.



Escapando del frío, me dirigí 9 horas al norte de Lima, donde se encuentra Trujillo, la 3ra ciudad más grande del Perú.

Trujillo no tenía mucho atractivo, así que rápidamente tomé una micro que en 15 minutos me dejó en la costa, en Huanchaco.

Huanchaco es un pueblito de surfistas ashi todoshuper buena onda brother, buscas weed?. Es minúsculo y no hay mucho que hacer excepto relajarse frente al mar, y surfear.

Los pobladores se dedican a pescar y pasear turistas usando los tradicionales "caballitos de totora"... mitad canoa, mitad tabla de surf.

El invierno me sigue los pasos de cerca, y aunque acá la temperatura ha aumentado con respecto a Lima, el agua todavía está fría...

Muy cerca se encuentran las ruinas de Chan-chan. Aunque en estética y en ubicación gana Machu Picchu, hay que reconocer que Chanchan gana en dimensiones...

En serio, miren esa pared, solo le falta
una turba de zombies intentando treparla.

Las construcciones adentro de los muros tenían

rendijas para permitir circular aire.

Una reserva de agua dentro de los muros, en el medio del desierto.

Chan-chan, haciendo pixel art desde el 850.

Chanchan está compuesta por 9 palacios gigantes hechos de barro, debido a que al morir el gobernante, su heredero debía empezar el suyo propio.

En las ruinas es posible ver perros peruanos.

Debido al poco pelo que tienen, son mucho más 

cálidos al tacto que los perros comunes, siendo usados

para aliviar dolores del reumatismo o simplemente como guateros.

Hoy agustín está en... Lima, Peru.

Luego de un viaje de unas adorables 22 horas, llegué a Lima.

Quería pasar por Nazca antes de venir acá para ver las líneas desde una avioneta, pero el precio (80 dólares) y la enorme posibilidad de vomitar (según los reviews que encontré en internet) finalmente me hicieron desistir; Cuzco ya me había robado mucho dinero... era hora de economizar. Igual mi bus pasó por Nazca, y estoy casi seguro de haber visto por la ventana una mancha blanca en el desierto. La verdad no estoy seguro de que eran las líneas, ni siquiera estoy seguro de haber estado en la carretera correcta, pero yo las voy a contar como que las vi igual.

Así que llegué a Lima. Con sus 18-20 grados en junio, con "lluvias" que no son más que chispeos, y con su no-playa...

Lo que primero me llamó la atención es que Lima es una ciudad costera, pero no tiene playa. Osea, sí tiene, pero antes de la playa hay un maldito acantilado:

Así que la playa no es parte de la vida diaria en Lima. Está cerca, pero no es de la ciudad.

No tengo mucho que decir sobre Lima, a pesar de haber estado acá casi 3 semanas. Es una ciudad grande como muchas otras. Me recomendaron visitar el barrio Miraflores, es bonito pero es un barrio residencial con una zona comercial, con restaurantes caros y malls aún más caros. Pasear por la no-costa sí es muy agradable.

El barrio Barranco es mucho más llamativo. En cambio el centro histórico deja mucho que desear. Algo "cerca" queda el paseo de la aguas, o algo así se llamaba, ese está bueno.

No tengo nada que postear, por un lado porque no encontré cosas que me hayan llamado la atención, pero principalmente porque mi relación con Lima fue algo como...

Encontré un hostel impecable en el barrio San Borja, que por 6 dólares diarios me daba una conexión rápida,  un living espectacular y una colección enorme de películas, así me quedé a vivir un rato, a recuperar mi presupuesto, y a ponerme al día con mi trabajo.

Ah sí, una cosa muy simpática que encontré. En una plaza en el centro, está la estatua de San Martín, sujetada debajo por una estatua que representa la libertad. La historia cuenta que cuando encargaron la construcción de la estatua pidieron que ella tuviera en su cabeza "una corona con llamas"... y... bueno...

Acepciones. =)

Hoy agustín está en... Cuzco, Perú.

No voy a mentir, venia preparado para odiar Cuzco. Estaba listo para descubrir que Cuzco y Machu Picchu no eran más que destinos sobrepoblados y sobrevalorados. Esas cosas que todo el mundo miente en masa y te dice que deberías exprimentarlas, que son buenas y que te hacen realmente feliz, tales como los autos, facebook o la caridad.

Yo haciendo la fila para entrar a MachuPicchu

Pero la basura resultó ser bastante impresionante... quien se lo hubiera imaginado! Sobre todo cuando la ves por primera vez desde ese típico ángulo de postal... simplemente wow, así que anótenle un punto a los incas...

Minuto cultural: llamarlos "los incas" es tan boludo como llamar a los chilenos "los presidentes". El Inca era uno solo, y era el gobernante supremo descendiente de los dioses, la población general se llamaban "los quechuas".

En fin, dado que mis niveles de hipsteridad me impiden postear fotos de un destino tan mainstream, les voy a hablar de los nuevos habitantes de Machu Picchu... los turistas.

Que son muchos...

Me estaba guardando estas observaciones para un post que se titulara "Las X cosas que odio de los turistas" o algo así, pero sólo logré 2... de hecho, 1 y media. Igual lo voy a postear, porque tuvo mucho impacto en esta visita. Así que aquí va, de los genios que te trajeron "Las 2 cosas que odio de tí" y "3 pecados capitales y una ofensa igual algo grave", llega:


Las 1.5 cosas que odio de los turistas:

0.5) Sólo ven las cosas a tavés de su cámara. 
Nunca miran lo que está destrás. El turista típico llega a un lugar, saca una foto, después posa para que le saquen una foto a él, y luego se va... jamás se tomó el minuto para disfrutar lo que se supone que está viendo y disfrutando.
Pero bueno, esto sólo lo cuento como 0.5 porque en verdad no sólo no me perjudica, sino que es un beneficio. Mientras menos tiempo tarden, más rápido se van...

2) No saben sacar fotos.
Esta sí me perjudica, así que me considero con el derecho de insultarlos a gusto.

En una sociedad donde tal vez la gente no escribe mucho... y tal vez no filman muchas películas independientes, ni actuan en teatro comunitario, y tal vez no esculpen mucho que digamos... algo que sí hacen... y mucho, es sacar fotos. Sacan fotos todo el día. Uno esperaría que con tanta práctica al menos supieran apuntar con la cámara.

No me malinterpreten, yo no pido mucho de mis fotos. Yo no soy un buen fotógrafo, y mi cámara es la más barata que encontré cuando se me rompió la anterior. Lo único que pido cuando alguien me saque una foto... es que ojalá yo y el objeto observado salgan dentro de la foto... no sé si es mucho pedir... tal vez sí. He aquí la evidencia...


En un parque en Korea, le pedí a un viejecillo si me podía sacar una foto con la cascada de fondo...

Y uno sonrie, no? Porque tiene la esperanza que esta va a ser una buena foto.

Y cuando se acercan y te preguntan si te gustó... que les vas a decir?

Y claro, no podés inmediatamente pedirle a alguien más que te saque otra foto...

*Esto no es racismo, todo los orientales saben tirar patadas

voladoras a la cabeza, es un hecho.

Así que te tenés que dar una vueltas como gil, hasta que se vayan, y sea hora de elegir mejor a quien pedirle una foto. Tal vez me equivoqué en pedirle a un viejito, quizás con una señora tenga mejor suerte... mientras estaba frente a una columna de lava...

Mmm... no.

Que tal una joven, en la playa...

¡¿Qué, estamos en los '90 de nuevo?!

En fin, tal vez de este lado del mundo las cosas sean diferentes... aquí algunos intentos...

No, por favor, no tape Machu Picchu... 

y no conozco a esas dos de la izquierda!

Por favor no tape Machu Picchu!

Por la crestaaaaa no tapen Machu Picchuuuu!!!

Y de repente... lo vi, enviado a mí probablemente por ángeles... como un oasis en medio del desierto, era mi salvación... les presento a... Lord Nikon.

Esta persona acarreaba 5 kilos de Nikon consigo...

no había manera...
no era posible...
ni se me pasó por la mente...

de que esta persona me sacaría una mala fotograf...

Me cago en vos, Lord Nikon, me cago en vos.